HISTORIAS PARA NO MEAR (Vol 3)
Jamlet, príncipe de Dinamarca, era incapaz de mirar a su padre sin sentir deseo carnal. Una madrugada, aprovechando el anonimato que le otorgaba la niebla que habitaba en los pasillos del castillo, atravesó con su espada el pecho del rey mientras se reía a carcajadas. Excitado corrió hacia el dormitorio donde descansaba su real madre con la sana intención de fornicar con ella hasta caer exhausto. Pero la encontró tumbada en el lecho retozando con su tío Edipo. Jamlet se desmayó.
Despertó tumbado en el bosque, atado de pies y manos, desnudo y untado en miel, mientras miles de hormigas lo devoraban lentamente.
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